22 de junio de 2010

HUELGA DE HAMBRE

La huelga del SME es por todos, afirman

¿Q

ué tiene que ver la sociedad con la huelga de hambre de los trabajadores del SME? ¿Son ajenos y distantes, o forman parte de un problema común moral, social y político? La cancelación de los derechos de una sola persona debería preocupar a todos, pero si se trata de cancelación de la garantía de 44 mil ciudadanos que fueron echados a la calle y de 22 mil jubilados cuyo futuro ahora es incierto, pensamos que el problema es nacional y de todos; que en la suerte de ellos va, sin duda, la nuestra.

Sesenta días de huelga de hambre cumplirá Cayetano Cabrera Esteva este 23 de junio. Otros compañeros llevan menos tiempo y a él se suman jóvenes. Afirma: no me voy a retirar, estaré hasta el final. Pesaba 69 kilos y ahora sólo 51. Lo admirable de Cayetano es su alta moral de lucha y estado de ánimo.

Es ingeniero eléctrico, trabajaba en Luz y Fuerza del Centro de las 7 a la 15 horas diariamente, por la tarde-noche era maestro de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica. Es esposo de María y padre de dos hijas; las tres lo apoyan en el Zócalo, porque él, como Pedro Rojas, solía comer en su casa con los suyos; ahora no lo hace: está en la lucha de todos.

Ante la cerrazón del gobierno de reconocer el derechos de los electricistas a trabajar y a un diálogo con respeto para buscar una solución, nos orillan a tomar medidas extremas como la huelga de hambre, exponiendo nuestra salud y vida. De ella hacemos responsable al gobierno de Calderón, afirma Cayetano con su hija Gladys y otros 26 compañeros del SME en el Zócalo.

Las televisoras promueven iniciativas para monopolizarlas, junto con la oligarquía. Nosotros convocamos a la solidaridad social y moral con el SME