Se instituye la Medalla 1808, que será otorgada por el Gobierno del Distrito Federal, con motivo del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución, los años 2008, 2009 y 2010, como un reconocimiento a la labor de creadores, escritores, artistas, intelectuales e historiadores de la ciudad que han hecho valiosas aportaciones al conocimiento y la divulgación de la riqueza histórica y cultural del Distrito Federal y cuya obra sea ampliamente reconocida local, nacional e internacionalmente.
"La Medalla 1808 ha sido instituida por el Gobierno del Distrito Federal, en honor de el Lic. Francisco Primo de Verdad y Ramos, el Lic. Juan Francisco de Azcárate y Ledesma, de Fray Melchor de Talamantes y de otros miembros del Ayuntamiento que ese año fueron los protagonistas del primer intento de Independencia en la Nueva España".
"Con motivo del Bicentenario de ese importante acontecimiento histórico, el Gobierno de la Ciudad ha decidido honrar con esta presea a los historiadores, escritores y artistas que han hecho grandes contribuciones al conocimiento y la cultura en la Ciudad y el País".
La Medalla 1808, elaborada en material oro, de 14 Kt, su diseño simbolizará un espacio lacustre, con una nube sobre el lago y dos elementos abstractos, como evocación del origen prehispánico de la Ciudad de México; estará firmada por su autor, llevará grabado también su monograma y estará quintada, incluyendo el logotipo del taller donde sea fundida.
Este año se otorgo la medalla a los historiadores Eric Van Young y John Womack, la entrega de estas preseas se dio el dia de ayer viernes 20 de noviembre de 2009, por el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard en el salón Miguel Hidalgo del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, John Womack no pudo presentarse en su representacion Alicia Hernández, leyó un discurso del mismo, que dice asi:
Estimados miembros del Comité de Premiación de Historia.
Estimado jefe de Gobierno, licenciado Marcelo Ebrard.
Estimado doctor Enrique Márquez.
Colegas y amigos:
Agradezco el honor del premio, Medalla 1808, que el comité me otorga. Acepto la distinción, no por pensar que mi trabajo me hiciera merecedor de un premio, sino por el amor que siento para esta gran ciudad, la mayor y más tremenda que yo conozca. Mayor por su grandeza cuando en 1808, preso el rey español en Francia, el Cabildo Metropolitano asumió la representación política de toda la Nueva España en defensa de su soberanía.
Tremenda capital de la nación por la eclosión y crisol de sus profundas e inaceptables contradicciones. Recibo la Medalla 1808 en nombre de tantos personajes y eventos históricos por los cuales siento un profundo e inagotable respeto.
Recuerdo el año de 1973. Una organización, con la cual mantengo una deuda especial, me abrió su archivo histórico para fundar mi investigación del movimiento obrero: me refiero al Sindicato Mexicano de Electricistas, el SME.
Tengo siempre presente su característica esencial: ser el SME, el sindicato más estratégico, autónomo y responsable del país y siempre actual como fuerza y símbolo de la colectividad de la ciudad de México y de la gran área metropolitana del país.
Incluso su fecha de fundación es simbólica, 1914-1915, bajo la neutralidad del gobierno de la Convención y custodiado por el Ejército Libertador del Sur. Con los revolucionarios del sur mantuvieron una relación de respeto y de apoyo mutuo para garantizar el buen funcionamiento de la capital.
Singular porque de 1915 al presente año, 2009, se mantiene autónomo de los compromisos contraídos por otras organizaciones con las fuerzas políticas y económicas en el poder. Sería de ciegos ocultar lo obvio: que el México contemporáneo exige una reorganización política, profunda y responsable; reorganización que comporta una limpia de todos los extremos del nudo, y no de uno solo.
Los ciudadanos, no sólo de México, sino del mundo entero, clamaron por gobiernos eficaces, no dispendiosos, y más justos; clamamos por transparencia de las directivas de empresas paraestatales y empresas de capital privado-mixto. Transparencia y calidad de estas cúpulas con miembros o camarillas de la representación política y económica, en los partidos y entre los empresarios.
Celebramos bicentenarios y centenarios que cambiaron a México e impulsaron su ingreso a la sociedad de naciones. Mi respeto infinito por la capacidad de los mexicanos para trasformar en beneficio de la mayoría sus momentos de crisis. Tal convicción me mueve a rendir honor y hacer entrega de esta medalla a la organización más importante, más valiente que se formó en esta ciudad durante las guerras revolucionarias a principios del siglo pasado, el SME, que desde sus primeras luchas se distinguió de todos los sindicatos entonces activos, por su ayuda decidida al Ejército Libertador del Sur y que en casos críticos de emplazamiento a huelga siempre actuó con gran sentido de responsabilidad hacia la clase obrera y con la sociedad mexicana.
Confío en estar presente y celebrar personalmente el cambio que arroje luz en torno al oscurantismo que rige la praxis actual del estatismo de tiempos pasados.
Muchas gracias a todos.
John Womack, Jr.
John Womack Jr.(1937- ) es un historiador especializado en historia de latinoamérica, especialmente en México y específicamente en el periodo de la revolución mexicana y Emiliano Zapata. Es profesor de historia latinoamericana y economia en la Universidad de Harvard.